viernes, 30 de abril de 2010
A Luis Sánchez Rodríguez,
compañero de fatigas.
¿Será función del conserje o del bedel
pulsar el botón que abre una puerta?
Nadie sabe o conoce la respuesta
ni se atreve a emitir un suponer.
La profunda dimensión de estos dilemas
y de otros de factura semejante
riza el rizo más rizado y el talante
de aquel que ha de lidiar con estos temas.
¿Son precisos los juicios de un ulema
para ver claridad en tanta bruma,
o insistir, en el fondo, es anatema?
Asuntos que parecen insondables.
Metafísica podrida que perfuma
las horas de los días laborables.
compañero de fatigas.
¿Será función del conserje o del bedel
pulsar el botón que abre una puerta?
Nadie sabe o conoce la respuesta
ni se atreve a emitir un suponer.
La profunda dimensión de estos dilemas
y de otros de factura semejante
riza el rizo más rizado y el talante
de aquel que ha de lidiar con estos temas.
¿Son precisos los juicios de un ulema
para ver claridad en tanta bruma,
o insistir, en el fondo, es anatema?
Asuntos que parecen insondables.
Metafísica podrida que perfuma
las horas de los días laborables.
domingo, 25 de abril de 2010
AFORISMOS 24
El horizonte sirve fundamentalmente para seguir caminando, para seguir indagando con la mirada.
jueves, 22 de abril de 2010
lunes, 19 de abril de 2010
AFORISMOS 23
Mi libertad es hacer lo que quiero dentro de los límites establecidos y consensuados con los demás. Hacer que los límites sean cada día más amplios es tarea de todos. Si aprendemos a añadir y no a sustraer voluntades y consensos posiblemente veamos que se ensanchan los límites de nuestro albedrío.
domingo, 18 de abril de 2010
miércoles, 14 de abril de 2010
GRANDES SUPERFICIES
Mientras llueve afuera leo con avidez Grandes superficies, de Pilar Galán, su última novela escrita a trozos, en capítulos cortos, en los que diferentes personajes van pasando a través de la mirada de una cajera, que los va describiendo en su acontecer rutinario. Personajes más preocupados por el qué dirán que por el propio decir. Gente común, anónima, de los que sólo conocemos su nombre (Mateo, Loli, Nieves, Miguel, Rosario, Natalia,…) o su apodo (“el Piche”, “el Chopped”), historias en las que Pilar Galán conjuga con maestría lo poético y lo cotidiano, lo vulgar y la nostalgia de lo culto, la ternura y el humor ácido, haciendo un análisis crítico de la sociedad actual y de sus miserias.
Mientras leía la novela, que está concebida, creo, como una serie de relatos cortos, no dejaba de venirme a la memoria La colmena, en la que Cela retrata una época de la España de posguerra. Aunque aquella era más gris, más oscura y latía más tristeza y más hambre en sus páginas, Grandes superficies retrata un ambiente parecido (aunque tan diferente en el espacio y en el tiempo), un lugar en el que los personajes que entran y salen por boca de la narradora van dibujando, con sus actitudes y su decir, escenarios y situaciones que sentimos más cercanos, más nuestros ya; sin embargo, estos personajes son más intrascendentes, menos tristes (al menos en apariencia), aunque también anodinos y arrastrando sus miserias morales y espirituales y sus frustraciones. Esta crónica analítica de la cotidianeidad es también una radiografía feroz y melancólica al mismo tiempo del mundo que nos está tocando vivir, que se ufana de la incultura, que eleva a la categoría de máxima audiencia lo zafio, lo grotesco y lo que pertenece a la esfera de lo íntimo.
A Pilar le van las distancias cortas. La novela está construida como una secesión de relatos breves que casi pueden leerse de modo independiente, instantes como la vida misma que tienen su hilo conductor y su unidad en la voz de la maestra-cajera-narradora.
Mención aparte merecen los apartados que denomina “Sesiones de supervivencia”, en los que parece que asistimos a sesiones de psicoanálisis de terapia gramatical. Aquí se nota que a Pilar le gusta columpiarse en las palabras, como ella misma dice en la dedicatoria de la novela. Juega con ellas, las reinventa y, al mismo tiempo, deja traslucir, en ese juego, una crítica cargada de ironía y sentido del humor sobre los tiempos que nos están tocando vivir, en los que parece que todo vale, incluso el desprecio del saber y del lenguaje que, sin embargo, constituyen la esfera más genuina de lo humano, que Pilar reivindica, y dicho queda.
SOÑETO CENSURADO
Anado y sin nadar porque es primera
del presente de anadir y singular.
Lo mismo ocurre con el verbo aranar:
no hace dano, ni duele, ni se altera
la sangre, ni la piel, por muy certera
que la garra pueda ser en su atacar;
pues si las unas no pueden aranar
ni se puede anadir aunque uno quiera,
¿cómo haremos desde ya para aumentar?
¿Qué sustento tendrán aquellas fieras
que precise su nutrir de rasgunar?
Que sí puedan vivir las minorías
es rasgo de salud: nuestras quimeras
no prosperan por restar mitologías.
del presente de anadir y singular.
Lo mismo ocurre con el verbo aranar:
no hace dano, ni duele, ni se altera
la sangre, ni la piel, por muy certera
que la garra pueda ser en su atacar;
pues si las unas no pueden aranar
ni se puede anadir aunque uno quiera,
¿cómo haremos desde ya para aumentar?
¿Qué sustento tendrán aquellas fieras
que precise su nutrir de rasgunar?
Que sí puedan vivir las minorías
es rasgo de salud: nuestras quimeras
no prosperan por restar mitologías.
viernes, 9 de abril de 2010
AFORISMOS 22
Hemos creído que caminando más deprisa íbamos a alcanzar antes el horizonte y, al final, nos hemos quedado solo con la prisa alojada en nuestro interior.
lunes, 5 de abril de 2010
domingo, 4 de abril de 2010
PARRILLA DE JEREZ
No tenía intención de colgar ningún vídeo en este blog, pero ayer cambié de idea y colgué uno como homenaje a este guitarrista jerezano, bueno, simpático, gitano serio y enamorado del flamenco y de la música, pedagogo de la guitarra, que nos abandonó hace diez meses después de una larga enfermedad que le impedía hacer lo que más le gustaba y mejor hacía: tocar la guitarra. Se ha llevado con él una manera pura y cabal de entender el flamenco y nos ha dejado sin su pellizco y sin su duende para siempre.
sábado, 3 de abril de 2010
viernes, 2 de abril de 2010
GUITARRA
A Parrilla de Jerez
Cinco corceles al trote,
sobre llanuras de nácar,
alimentan de sonidos
la sed de la madrugada.
Funámbulos, se embelesan
rasgando el abismo ciego.
Sueñan y sueñan sin tregua
cinco corceles al viento,
en busca de una palabra
herida de sentimiento.
Cómo llora el infinito.
Cinco jinetes cabalgan
por el hueco de tu vientre
con movimientos de araña.
Peces sobre una marea
de cuerdas rompiendo
el aire:
así tus dedos, que saltan
para arropar la intemperie
que surte de la garganta.
Peces que danzan, sonoros,
sobre un vientre de guitarra.
Cinco corceles al trote,
sobre llanuras de nácar,
alimentan de sonidos
la sed de la madrugada.
Funámbulos, se embelesan
rasgando el abismo ciego.
Sueñan y sueñan sin tregua
cinco corceles al viento,
en busca de una palabra
herida de sentimiento.
Cómo llora el infinito.
Cinco jinetes cabalgan
por el hueco de tu vientre
con movimientos de araña.
Peces sobre una marea
de cuerdas rompiendo
el aire:
así tus dedos, que saltan
para arropar la intemperie
que surte de la garganta.
Peces que danzan, sonoros,
sobre un vientre de guitarra.
jueves, 1 de abril de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)