Siempre que me asalta una noticia del asesinato de personas y posterior suicidio del autor de las muertes, pienso que en ciertos casos las matemáticas, ajenas a tanta violencia gratuita, podrían haberse enseñado de otro modo, lo que quizás, inculcado con afán en los oscuros recovecos de algunas mentes, habría inducido a tanto indeseable a que hubiera comenzado su particular matanza por un final que, de ese modo, sí habría alterado sensiblemente el producto final de su infamia.
viernes, 28 de enero de 2011
EL ORDEN DE LOS FACTORES
Siempre que me asalta una noticia del asesinato de personas y posterior suicidio del autor de las muertes, pienso que en ciertos casos las matemáticas, ajenas a tanta violencia gratuita, podrían haberse enseñado de otro modo, lo que quizás, inculcado con afán en los oscuros recovecos de algunas mentes, habría inducido a tanto indeseable a que hubiera comenzado su particular matanza por un final que, de ese modo, sí habría alterado sensiblemente el producto final de su infamia.
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