Desde Borja y
con amor una octogenaria aficionada a la pintura ha revolucionado el final de este verano con la
restauración por su cuenta y riesgo de un Ecce Homo bastante deteriorado que se
encuentra en la iglesia de esa localidad aragonesa, situada entre el Parque Natural
de las Bárdenas Reales y el parque Natural del Moncayo.
Su “trabajo”
no solo ha dado un nuevo rostro a la obra aludida, dejándola hecha, ahora sí,
un verdadero eccehomo, sino que también ha modificado en este mes de agosto la vida de esta localidad
cercana a Tarazona, que ahora se ve invadida de turistas y curiosos que se acercan para ver en vivo y en directo el resultado de la que será seguramente la peor “restauración”
de una obra de arte; al menos, conocida.
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