SONETO GASTRONÓMICO
A principios del siglo veintiuno,
cansados de comer sin comer nada,
algunos se rebelan con la espada
viperina de un discurso importuno
y critican los mínimos crujientes,
la química imparable, reducciones
que apenas suministran digestiones
o algo que perseguir entre los dientes.
Santi Santamaría reivindica
“La cocina al desnudo” y sus sabores:
desde El Racó de Can Fabes lo explica.
La tradición esgrime sus razones
y de dardos empanados salpica
la paz de que gozaban los fogones.
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