sábado, 30 de marzo de 2013

LA HORA DEL PODER JUDICIAL







Tal y como están las cosas, y dado que los poderes ejecutivo y legislativo están en las mismas manos sospechosas de corrupción, tendrá que venir del poder judicial la investigación, la aclaración y el determinar las posibles consecuencias penales de las tramas corruptas que amenazan el Estado y a la ciudadanía. Tendrá que ser el poder judicial el que desbroce de infames, corruptos, mafiosos y delincuentes este territorio de la avaricia en que se ha convertido el país que un día, no hace tanto, nos pareció modélico y feliz.
La independencia del poder judicial debe jugar ahora la baza que le corresponde en ese control y equilibrio de poderes que sostiene el sistema democrático con la finalidad de esclarecer y limpiar de malas hierbas el huerto de la política y que amenazan con cubrir y estrangular cualquier otro cultivo que merezca la pena.