sábado, 17 de julio de 2010

DIBUJO


PRUEBAS SELECTIVAS DEL CANTE DE LAS MINAS EN VALLADOLID



El día 28 de junio, domingo, se celebró en Valladolid una de las fases clasificatorias del Festival Internacional del Cante de las Minas, del que este año se cumplen 50 años de su nacimiento. Con la intención de disfrutar del evento, salimos de Cáceres a medio día, en mangas de camisa debido al calor, y llegamos a la capital del Pisuerga alrededor de las cinco y media de la tarde. Aparcamos el coche al lado del instituto Nuñez de Arce, donde estuve en octubre de 2008 para impartir una charla sobre educación para la ciudadanía, en concreto sobre las desigualdades y los conflictos en el mundo actual, que organizaba la Fundación Cives; fue en este centro educativo el último lugar y la última vez que vi y charlé con Claudio López Serrano, de grato recuerdo, que aunque natural de Aldeanueva del Camino, habitaba hace ya algún tiempo en Valladolid.
Una vez dejado el coche, recorrimos los alrededores, las calles porticadas, la plaza; contemplamos la Catedral, el Teatro Calderón, el Patio Herreriano; visitamos también la estación del ferrocarril, en ebullición a aquella hora de trenes que entraban y salían, gentes con maletas, despedidas y besos. Cuando dejamos la estación, la lluvia, que había estado amenazando toda la tarde, comenzó a caer de forma persistente.
No obstante, y a pesar de llevar mangas cortas, como manda el verano, continuamos nuestro paseo por Campo Grande, la Plaza de Zorrilla, el Parque de las Moreras, donde la lluvia empezó a caer con más fuerza.
Nos encaminamos hacia el Patio de la Hospedería de San Benito, pues ya se iba acercando la hora de comienzo de las Pruebas selectivas a la L edición del Festival Internacional del Cante de las Minas, que se iban a celebrar en ese lugar y dentro de las VII Jornadas Flamencas “Ciudad de Valladolid”. La lluvia, poco a poco, dejó de caer, aunque la tarde seguía amenazando con negros nubarrones de tormenta.
Las pruebas selectivas se celebraban al aire libre y los participantes fueron, al cante, Pedro Peralta, de Cáceres, Sara Salado, de Jerez, Miguel Ortega, de Sevilla, y Cristina Soler, de Huelva; al toque el único participante fue José María González Bonilla, conocido como “El Mami”, y al baile, los participantes fueron Inmaculada Aranda, de Córdoba, y Cristian Pérez Sanchidrián, de Madrid.
En ese escenario nos enteramos, por el presentador, del fallecimiento de Luis Caballero, al que tuve ocasión de escuchar en Cáceres hace algunos años con sus facultades ya bastante mermadas.
Comenzaron las pruebas selectivas con las últimas luces del día y con presagios de lluvia otra vez, y aunque el tiempo respetó a los primeros participantes, la lluvia volvió a caer cada vez con más terquedad. Los que habíamos llegado del sur en mangas cortas no pudimos aguantar mucho y nos refugiamos en el interior, siguiendo las actuaciones a cubierto. Algunos, pertrechados con impermeables y paraguas aguantaron sentados estoicamente en el patio contemplando las distintas intervenciones, hasta que los responsables del sonido consideraron que era peligroso continuar con tanta lluvia.
Quedaban únicamente las actuaciones de Cristina Soler y Pedro Peralta al cante y la última actuación del bailaor de Madrid, Cristian Pérez. La organización y los participantes que quedaban decidieron continuar en el interior del claustro, y así se hizo. Aunque sin medios técnicos, pudimos contemplar y escuchar, desde mi punto de vista, las mejores actuaciones de la noche, de las que me quedo con una serrana y unos jaleos de Pedro Peralta. Apenas quedábamos unas 15 personas.
Salimos de Valladolid a la una y media de la madrugada y llegamos a Cáceres alrededor de las cinco de la mañana, pero mereció la pena.

lunes, 12 de julio de 2010

EL MUNDIAL DE LAS VUVUZELAS


Cuando este mundial se iniciaba a ritmo de vuvuzelas, la ilusión y la esperanza de muchos se transformó en decepción cuando Suiza llenó de oscuros nubarrones el horizonte de las expectativas depositadas en la selección nacional de fútbol. Ningún gitano quiere buenos principios, reza un dicho muy repetido por estos lares nuestros; con él se pretende endulzar los malos comienzos que, a veces, son inevitables, con el fin de mantener el sueño y la esperanza a pesar de todo.
Ayer, 11 de julio, en el Soccer City de Johannesburgo, la selección española jugó y ganó la primera final de un mundial de fútbol. Esta ciudad, llamada Igoli (“lugar de oro”) en zulú, quedará en nuestra memoria como el lugar de Sudáfrica donde se logró lo que parecía imposible.
Posiblemente la clave haya estado en que los que han ganado este mundial son un grupo de futbolistas cohesionados, bien avenidos, humildes, disciplinados y que juegan en equipo, lejos de protagonismos soberbios y liderazgos mal entendidos que rompen el conjunto y contaminan el vestuario. Hay que añadir, además, que han sido dirigidos por un entrenador educado, sin malos modos, paciente, que sabe escuchar, con cara y sonrisa de bueno, que en ningún momento ha querido excesivos protagonismos ni ha sido partidario de euforias desmedidas.
Gracias a todos ellos se ha cumplido un sueño y este año de 2010 será recordado como el mundial de las vuvuzelas, cuyo zumbido ya no nos incomoda, ni se nos atraganta ni nos aturde, y la ciudad de Johannesburgo será, sin duda, para nosotros, Igoli.

viernes, 9 de julio de 2010

AFORISMOS 29

Todo lo que no tiene existencia real tiene ese aspecto meramente formal, conceptual, que da mucho juego a los discursos vacíos, porque su naturaleza y sus atributos se pueden manipular al antojo del que elabora el discurso que, al no estar sujeto al principio de realidad, no puede ser modificado por él.

jueves, 8 de julio de 2010

PROPUESTA DE BANDERA


SÍMBOLOS


Que el hombre es un animal simbólico está fuera de toda duda. Con ellos ha construido todo un mundo del que se nutre y que está en perpetua mutación. Muchos símbolos tienen un carácter neutro, meramente conceptual o alusivo a un mundo más o menos denso y amplio de significados. Otros muchos, además, están ligados a sentimientos de carácter colectivo, a tradiciones compartidas, a identidades comunes que se han ido fraguando con el tiempo.
De todo ese universo simbólico, sin embargo, los símbolos que menos me gustan son aquellos que tienen un carácter excluyente, entre los que se encuentran los símbolos de carácter nacionalista que, al mismo tiempo que buscan la identidad nacional, excluyen a los que no pertenecen o participan de esa identidad. Los himnos y las banderas son dos tipos de símbolos que ejemplifican este comportamiento.
Ahora que, en pleno mundial, los bares se adornan como si estuviéramos en ferias y fiestas y los balcones, ventanas, puertas e incluso fachadas muestran sin pudor la bandera nacional y alguna republicana, no podemos olvidar que desde hace setenta y algo de años los españoles convivimos con identidades escindidas cuyo origen estuvo en un enfrentamiento cuyas huellas aún están presentes en nuestras vidas de algún modo.
¿Por qué no terminar con este desvarío? ¿Por qué no proponer nuevos símbolos para cerrar viejas heridas? ¿Por qué no construir nuevos símbolos que no excluyan sino que integren y faciliten la convivencia?