viernes, 2 de abril de 2010

GUITARRA

A Parrilla de Jerez


Cinco corceles al trote,
sobre llanuras de nácar,
alimentan de sonidos
la sed de la madrugada.

Funámbulos, se embelesan
rasgando el abismo ciego.
Sueñan y sueñan sin tregua
cinco corceles al viento,
en busca de una palabra
herida de sentimiento.


Cómo llora el infinito.
Cinco jinetes cabalgan
por el hueco de tu vientre
con movimientos de araña.


Peces sobre una marea
de cuerdas rompiendo
el aire:
así tus dedos, que saltan
para arropar la intemperie
que surte de la garganta.

Peces que danzan, sonoros,
sobre un vientre de guitarra.

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