domingo, 7 de octubre de 2012

NOS DIJO UN DÍA (RIPIOS)





Nos dijo un día un gallego
que se llamaba Rajoy,
estando en la oposición,
que el secreto de la crisis,
también de su solución,
lo tenía bien guardado
en el fondo de un cajón.
Nada de subir el IVA,
ese impuesto facilón,
ni de tocar las pensiones,
la salud, la educación…

Estaban las elecciones
a punto de caramelo,
y tanto Rajoy rajó
a cuenta de Zapatero
y de toda su gestión,
que se llevó sin problemas
los votos de la nación
a las urnas de PP,
como todo un campeón,
con xu xilbido de siempre
como bandera y pendón.

Mas cuando fue presidente
y dueño ya del sillón,
empezaron las promesas
a olvidarse en su cajón.
Donde dije digo, digo Diego,
y se afiló las tijeras.
Y en menos que canta un gallo
nos dejó tan trasquilados
y con tan poco vellón,
que apenas tenemos fuerzas
para morirnos de frío
al lado de un radiador
que tenemos apagado,
para ahorrar calefacción.


Creció la prima de riesgo,
el paro, la deuda… Adiós
a la paga de Navidad:
no tomaremos turrón
ni beberemos champán,
y de la cuesta de enero
no me apetece ni hablar.
Y lo peor de este aguacero
es que no quiere escampar
hasta que el agua nos cubra
el velo del paladar
y nos deje a la intemperie
desnudos, sin un real.

Ahora no, más tarde, luego…
¡Qué dudas con el rescate!
Quizás es que los gallegos
dudan por obligación
cuando están en el gobierno,
no tanto en la oposición;
quizás porque ahora actúan
al dictado de otro señor
que tiene dientes de lobby
y apetito de predador
y quiere zamparse vivos
los sueños de los que no
quieren conformarse
con ir de mal en peor.



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