Tengo que ir a orinar, pero me voy a aguantar las ganas, ya que, según parece, se piensa y se decide mejor con la vejiga llena, y como tengo que tomar algunas decisiones importantes, lo mejor es retener, ya que el cerebro, en estas condiciones, funciona mejor. Esta podría ser una conversación habitual a partir de ahora en consejos de administración, juntas directivas, reuniones de alto e incluso bajo nivel, si la noticia que escuché a medias en la radio el viernes 4 de marzo fuera cierta, pues al parecer esta ha sido la conclusión a la que ha llegado un grupo de investigadores que no pude ubicar.
Siempre se sospechó que el hombre tomaba muchas decisiones (no sé si mejores) más en función de su zona pélvica que en función de su zona cerebral. Este estudio podría poner de manifiesto la importancia de la zona inguinal en los seres humanos, incluidas las mujeres, por lo que habrá que tener cuidado en el futuro con los alimentos y bebidas diuréticas, ya que pueden poner en peligro nuestra capacidad para tomar las decisiones adecuadas.
Por otra parte y mirando no sólo desde el punto de vista médico y mental sino desde el punto de vista económico, que tal como están las cosas no es mala perspectiva, siempre será mejor retener que despilfarrar y, en cualquier caso, ahorraremos mucha agua si tenemos que tirar de la cadena menos veces.
No escuché, sin embargo, que se dijera acerca de los que padezcan prostatitis, esa necesidad frecuente y urgente de orinar. ¿También ellos deben retener para que sus decisiones no se vean afectadas por esta imperiosa necesidad? ¿Menguará su capacidad decisoria si tienen que ir al baño con tanta frecuencia?
No sé si la conclusión que se infiere de tal estudio es que debemos mear menos para pensar y decidir mejor, lo que sí parece claro es que con la vejiga tan llena pensaremos y decidiremos mucho más rápido.
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