miércoles, 25 de agosto de 2010

CALASPARRA

En la visita al Museo del Arroz de Calasparra, en el que se exhiben utensilios y herramientas de oficios ya desaparecidos o que han evolucionada hacia formas más modernas de producción, nos encontramos con un guía que no sólo nos mostraba lo que veíamos, sino que hacía un recorrido crítico por la historia del pueblo, sus antiguos caciques y sus tradiciones y anécdotas. Nos gustó la visita y, sobre todo, la forma en que se realizó. Por ello no me resisto a improvisar unas letras que recuerden la visita realizada.

De Calasparra, viajero,
no dejes de visitar
el museo donde se expone
lo que da la identidad
a esta comarca murciana,
que tiene en el arrozal
su pasado y su futuro
regados por el caudal
de las aguas del Segura,
de seguro manantial.
Del museo y sus objetos
y algo de historia local
nos explica Juan García,
su guía espiritual,
con el lápiz en las manos
para poder señalar
puntos en la geografía
de importancia capital
para el turismo, la industria
o para el calmo mirar.

También contó Juan García algunas anécdotas, como la que hace referencia al día en que se convocó a la población para inaugurar la luz artificial en el pueblo y cuando se procedió al encendido y los vecinos contemplaron aquella luminosidad en mitad de la noche, huyeron despavoridos a los campos próximos, buscando las seguridad habitual de las sombras. También nos informó de que se ha descubierto que en la zona existe algo parecido a una inmensa bolsa de agua subterránea que puede abastecer a la zona, según los técnicos, teniendo en cuenta incluso el incremento de población, casi hasta el año tres mil. De confirmarse este hallazgo, sin duda sería una buena noticia para una zona que, sistemáticamente, se está quejando de la falta de agua. Dadas las posibles dimensiones del hallazgo a lo mejor tienen que ser ellos en el futuro los que trasvasen el líquido elemento a otras regiones más necesitadas.

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