martes, 3 de noviembre de 2009

LOS BURROS DE TORREORGAZ


En clase de filosofía suelo decir a mis alumnos que para hacer el oso, el jabalí o el orangután, por ejemplo, no hace falta realizar ningún esfuerzo, es algo que nuestra naturaleza animal nos concede espontáneamente como a los susodichos. Es para construirnos como personas, como seres humanos conscientes y libres para lo que tenemos que hacer un esfuerzo, y para ello tenemos que poner en juego todas nuestras capacidades y habilidades, nuestra competencia para el aprendizaje en valores que impliquen un enriquecimiento moral con el objeto de remontar, de mejorar lo que se nos proporciona de forma mecánica por la biología.
Este sábado 31 de octubre aparecía en la portada de la prensa regional una noticia que hacía referencia a la localidad cacereña de Torreorgaz, donde el jueves 29 un grupo de jóvenes, quintos al parecer, maltrataron con saña hasta la muerte a una burra. La noticia nos dejó boquiabiertos y espantados. Tanta violencia gratuita tiene difícil explicación y nos evoca un mundo de crueles y sádicas tradiciones, un pasado cavernícola, absurdo y brutal que deberíamos desterrar cuanto antes si queremos realmente hacernos merecedores de nuestro apelativo de seres humanos racionales; porque ese jueves los burros salvajes e irracionales no fueron precisamente los asnos inocentes que pastaban tranquilamente por el campo.

4 comentarios:

El burro Romero dijo...

Gracias por tu acertada reflexión.

Joaquín Paredes Solís dijo...

Gracias por tu comentario.

Mi refugio dijo...

Hola primo:
Hay muchos animales sueltos, pero hay algunos animales mas irracionales que otros, como los burros de Torreorgaz.

Joaquín Paredes Solís dijo...

Creo que sé quien eres, mi refugio, porque entré en tu blog a través del de tu hermano Fran. Pero como nunca ponéis los nombres!. De todos modos ya me lo dirás cuando nos veamos, sobre todo para confirmar que va para ti este abrazo que te envío.